Editorial


Hay que joderse con los árbitros

________________________________________________Nacionalismos!!!

Pues sí, hay que joderse. El sábado estaba yo tranquilamente echando unas cervezas en el Chelis (para variar) y todo iba bien hasta que me jodieron el trago un par de árbitros. Uno, andaluz (de Jaén), la tiene tomada con el Zaragoza y parece que se le va la olla cuando nos pita, sea en casa o fuera. Este simplemente es un gilipollas y por suerte se supone que no pitará más esta temporada, salvo putada en la Copa del Rey (miedo me da).

El otro es un pringao de sabe Dios dónde, que, cumpliendo con la tradición, consiguió que el Madrid no perdiera y no tuviera ningún expulsado. Hay que ser hijoputa!!!

Porque es que es de pecado mortal lo de los árbitros este año, ahora mismo recuerdo a Munitis en Champions (penalty), lo de Mauro Silva en Riazor (penalty) y lo del otro día con Rivaldo que ya no tiene nombre. Por cierto, si Hierro y el macaco se hinchan a dar hostias, ¿por qué no les expulsan? Aparte queda el guarrazo de Munitis a Rivaldo, creo que se le fue la olla.

En fín, que he decidido borrarme de español, aún estoy pensando donde encuadrarme, si es que hace falta estar en algún sitio. Digamos simplemente que soy de Pomer y del Pomerano, que por cierto, también sufre a los de negro todos los domingos.

Fdo: El negro, que esta hasta los cojones.

Con esto de las elecciones en el País vasco, están de moda los nacionalismos. Ahí va lo que yo creo:

Supongo que el nacionalismo es una idea de defender las costumbres de la tierra de uno, así como su gente y su patrimonio.

Pero ahora hay que tener en cuenta que más de la mitad de los españoles no viven donde nacieron o donde nacieron sus padres. Eso complica el tema. Uno se puede sentir de un sitio sin ser de allí y no sentirse de donde es, que no se sabe muy bien si es donde nació, donde tiene su origen su familia o donde se ha educado.

Como ya dije en la editorial anterior, ya paso de ser español. Tiene sus cosas buenas y malas, pero no me siento lo que se dice muy cerca de gente que vive más lejos de mí como por ejemplo los franceses (que tampoco son Santo de mi devoción), aunque hablen mi idioma.

El caso es que además el hecho de que haya fronteras paradójicamente es contrario a lo nacionalismos. Por ejemplo, mis cuatro abuelos son de la zona del Moncayo, dos de Pomer y dos de Noviercas. Por ello, me siento "Moncayiano". Pero claro, Pomer está en Zaragoza (Aragón) y Noviercas en Soria (Castilla).

Claro, he nacido y me he criado en Aragón, por lo que también me siento aragonés y supongo que mi forma de ser es aragonesa. Pero a lo mejor defiendo a Huesca y a Teruel simplemente porque un buen día alguien decidió que las tres provincias fueran una comunidad autónoma.

Por lo mismo estoy en contra del trasvase, por ejemplo, porque perjudica a Aragón en general, aunque a mi "patria chica", que es el Moncayo, se la pela el trasvase e históricamente no tengo ninguna relación con él.

Yendo de patria chica a una más grande, tampoco entiendo que a la gente de aquí les caigan mal los catalanes (cada vez son menos estos), porque antes de que existiera España (que es un Reino de conveniencia), ya estábamos en su país, o ellos en el nuestro, hablando con propiedad).

En fín, que es absurdo ser nacionalista porque los lazos que te unen a tus "compatriotas" son absolutamente artificiales.

El que en un futuro sea mi compatriota será, si Dios quiere, por ser amigo mío.

El negro.

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